Hoy empieza el periodo del Adviento que significa llegada, es decir, tiempo en el que los cristianos esperan la venida de Cristo al mundo.
Para ello se preparan hasta que llegue el día 25 de diciembre y celebrar su nacimiento.
Una costumbre muy bonita es la del ” Calendario de Adviento” muy extendida en casi toda Europa.
¿ Cuáles son sus orígenes ? Se remontan a finales del siglo XIX en Alemania, cuando las familias evangélicas colgaban 24 imágenes relacionadas con la Navidad como preparación para la celebración de esta fiesta. En algunos hogares, durante diciembre, se ponía una paja por día en el nacimiento.
Hay varias versiones de cómo y porqué? nació la idea de hacer un calendario para esta fecha.
Se dice que una pastora decidió hornear un pan, que dividió en 24 pedazos para que su hijo comiera uno cada día, en espera de la Navidad. Más tarde el muchacho, copropietario de una imprenta, decidió seguir la costumbre de su madre a través del primer “calendario de Navidad.”
En 1908 se imprimió la primer versión del calendario de Adviento. Se trataba de 24 ilustraciones con motivos navideños que se cortaban y pegaban sobre una imagen de cartón. Unos 20 años más tarde, apareció en el mercado el primer calendario con puertas o ventanas que permitían ver una imagen diferente al abrirlas.
Durante el período nazi, estos calendarios estuvieron prohibidos. Fueron sustituidos por imágenes nacionalistas. Pero la población no dejó de seguir esta tradición y buscaron alternativas. Fue así como surgieron las velas marcadas con los 24 días de diciembre para que fuera consumiéndose en el transcurso del mes. También construyeron pequeños casilleros de madera que podían rellenarse con algún dulce. O bien colgaron 24 sacos con una sorpresa para cada día.
Después de la segunda guerra mundial, en 1946 Richars Sellmer, fundador de una imprenta, produjo una nueva versión del calendario con la imagen titulada “La pequeña ciudad.”
Otra teoría es que otra madre hizo para su hijo una cartulina con 24 ó 25 ventanitas ( depende de los calendarios ), que al abrirlas tenían unas estampitas con temas navideños o juguetes, lo cual al niño le hacía mucha ilusión.
Otras familias encendían una vela cada día hasta la llegada de la Navidad.
Hoy en día es una costumbre muy generalizada en España, en casi todos los supermercados los venden rellenos de chocolate para los más pequeños; el calendario con chocolates dentro se empezó a fabricar en 1958.
Yo desde que mis hijos eran pequeños tenemos la costumbre de comprarlos, pero este año a mi hija se le antojó que hiciéramos uno y les he hecho este, he empleado fieltro, aguja lanera y lana para coser los sobrecitos, los números son de goma eva y pinzas de madera de colores, las sorpresas de dentro pues desde una merienda de chocolate con churros, unas chuches, un décimo de lotería, hasta un par de entradas para el cine, en el sobrecito del día 24 meteremos al niños Jesús del Belen, porque hasta ese día no tenemos costumbre de ponerle.
Hoy en día, la mayoría de estos calendarios son de papel y tienen 24 ventanas que se abren al pasar los días, una por cada día de diciembre hasta llegar a la Nochebuena.
En Alemania se venden cada año más de 30 millones de calendarios de Adviento rellenos de casi 2.400 toneladas de deliciosas sorpresas.
Pues esta es una versión de la historia de estos calendarios, ahora solo nos queda disfrutar de la dulce espera.
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